MV. M. M.2

20 marzo, 2017

Después de practicar la respiración afectuosa varios días, al centrarme en la respiración y relajar el cuerpo me produce una calma total. Al sentir donde notas más la respiración los primeros días era en la garganta. Hasta que un día he notado la respiración en todo el cuerpo, he sentido como una especie de hormigueo en las manos, piernas, pies. Es como si la respiración hiciera llegar oxigeno a todas las células del cuerpo y las reconfortara. Es una sensación de conexión total del cuerpo y la mente.”