Reconocer a un buen instructor/a de Mindfulness.

Publicado en: Blog, instructor/a

Si buscamos instrucción Mindfulness” en Internet, encontraremos millones de ofertas: desde “instructores privados” hasta “programas independientes de Mindfulness”. Aparecen decenas de listas como “top 10 aplicaciones móviles Mindfulness”. Cada vez hay más y más talleres, cursos y actividades Mindfulness en colegios, universidades, empresas, hospitales y centros de todo tipo. ¿Pero cómo podemos saber si los/as instructores/as son cualificados/as? De hecho, ¿qué significa ser un/a instructor/a cualificado/a?

No solo los interesados en Mindfulness se preguntan este tipo de cuestiones. Las mismas preguntas surgen entre líderes en el campo de la meditación Mindfulness que ponen su atención en mantener un nivel de integridad y ética entre los/as instructores/as, así como en la necesidad de que éstos cumplan unos estándares de calidad mínimos.

Trabajar con la mente acarrea un nivel de responsabilidad de mayor importancia.

Por esta misma razón, es importante contar con un/a profesional que entienda bien el funcionamiento de la mente y de las emociones además de haber realizado las formaciones oficiales correspondientes a los protocolos o formaciones que imparte.

Para sintetizar las cualidades que se han de poseer para cumplir con estos requisitos tomamos como referencia los seis dominios imprescindibles según el UC San Diego Mindfulness-Based Professional Tranining Institute:

  • Competencia para cubrir y organizar el curriculo de las sesiones.

El/la instructor/a debe tener un conocimiento profundo del contenido y organizarlo según las necesidades de los individuos y del grupo. Debe proporcionar el material según su relevancia, además de ayudar y asegurarse de que el grupo comprende los contenidos correctamente. Así mismo, ha de distribuir el tiempo en relación a los contenidos de forma adecuada, dando sensación de espacio y estabilidad y sin sensación de presión.

  • Habilidad para relacionarse.

La enseñanza de Mindfulness es altamente relacional – nos implica en un proceso de desarrollo de una nueva relación tanto con nosotros mismos como experimentadores como con nuestra experiencia. Las cualidades que el/la instructor/a muestra a los/las participantes durante el proceso son un reflejo de las cualidades que los mismos aprenderán durante el programa: calidez, bondad, paciencia, compasión, autenticidad, aceptación, respeto y curiosidad. Según Kristin Neff, el/la instructora debe mostrar bondad hacia los/las participantes y abrir su corazón sin juzgar. Debe ser capaz de compartir su propia experiencia cuando sea necesario.

  • Capacidad de personificar el Mindfulness.

La práctica requiere que el/la instructor/a sea completamente humano/a y capaz de comprender y consolar a los/las participantes cuando sufren. Encarnar o personificar el Mindfulness incluye la capacidad de conseguir una conexión sostenible con lo que ocurre en el momento (con uno mismo, con los individuos, con el grupo).

  • Calidad de la guía.

El/la instructora debe ofrecer una guía que describa el proceso por el que tiene que pasar el/la participante. Así mismo, incluir todo lo necesario que requieren las prácticas. La guía ayuda a los/las participantes a relacionarse con su experiencia. Les ayuda a cultivar más fácilmente el Mindfulness. El/la instructor/a debe encontrar el equilibrio entre espacio y precisión.

  • Mantener el ambiente de aprendizaje de grupo.

Algunas prácticas de Mindfulness pueden evocar sentimientos negativos y el/la instructora debe ser capaz de acompañar a los/las participantes a través de ellos con cuidado y consideración. También debe conseguir que se sientan cómodos/as y capaces de expresar sus emociones cuando lo necesiten.

  • Guiar el curso a través de actividades didácticas e interactivas.

Es importante guiar el curso a través del diálogo de grupo, historias, poemas o ejercicios de grupo. De esta manera los/las participantes pueden adentrarse en el material de forma entretenida y didáctica.

Para poder integrar la práctica de Mindfulness en nuestra vida es necesario contar con un/a buen/a instructor/a que sepa cómo actuar ante las dificultades que pueden surgir durante el proceso y guiarnos a través de él. 

Además de los criterios que distintas universidades de reconocido prestigio han diseñado para poder evaluar la capacitación y excelencia de aquellas personas que eligen dedicarse con seriedad y profesionalidad a impartir programas basados en Mindfulness hay otros aspectos que también considero importantes:

Otras formaciones

Es importante es que el/la instructor/a sea capaz de comprender las disciplinas científicas con el nivel suficiente para expresarse con rigor y precisión en temas de psicología, fisiología o neurociencia. Aun así, ha de tener en cuenta que el modelo educativo que conocemos a través del colegio o universidad no es muy eficaz para enseñar actitudes o entrenar la mente siendo que sus «alumnos/as» serán en su gran mayoría personas adultas. Por ello, es importante que el instructor/a esté familiarizado con dinámicas de grupo, presentaciones y diálogos interactivos que permitan “aprender haciendo”. La metodología indicada es el aprendizaje por descubrimiento, que permite el cambio en base a la experiencia. Es un aprendizaje que se produce de abajo-arriba, de la práctica a la teoría y no al revés como estamos acostumbrados.

Actitud personal

Puede parecer fácil dar indicaciones y guiar prácticas, pero para que sea efectivo el instructor tiene que hacerlas suyas, encarnando su práctica, momento a momento. El entrenamiento en mindfulness es una  intervención mente-cuerpo que nos pone a todos, instructor y asistentes, en el mismo plano. Es necesario deshacerse de los roles tradicionales en los que un elemento posee el conocimiento y el otro debe aprenderlo, para situarnos todos en el mismo y desde ahí explorar, experimentar y descubrir todos juntos. Cualquier instructor/a más preocupado por su lucimiento personal que por su propio y constante aprendizaje y transformación o que considere que debe tener «todas las respuestas» no va a ser un buen guía.

Esta es la disciplina más importante y difícil. La maestría se manifiesta cuando el instructor/a es un ejemplo vivo del Mindfulness. Para ello es fundamental una práctica personal sólida, entrenar en entornos de aprendizaje personal  y asistencia regular a retiros en silencio.

 

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