Os presentamos una recopilación de 5 sencillas prácticas que podemos incorporar, sin demasiado esfuerzo, en nuestro día a día. Disponemos de muchas oportunidades en nuestra vida cotidiana para desarrollar la atención plena o Mindfulness para ello necesitamos, básicamente, una clara y firme intención y una actitud curiosa, de mente de principiante, hacia las acciones, pensamientos y sentimientos que suceden momento a momento.
I.-DESPERTARSE CONSCIENTEMENTE
- Al despertar siéntate en tu cama o en una silla en una postura relajada. Cierra los ojos y conecta con las sensaciones de tu cuerpo sentado. Asegúrate de que tu columna vertebral está recta, pero no rígida.
- Toma tres largas, profundas y nutritivas inspiraciones.Inspirando a través de la nariz y expirando a través de la boca. Luego deja que tu respiración se asiente en su propio ritmo, observa el aire entrando y saliendo, notando el ascenso y la caída de tu pecho y vientre mientras respiras.
- Pregúntate:»¿Cuál es mi intención para Hoy? «Utiliza estas indicaciones para ayudar a contestar esa pregunta, mientras piensas en las personas y las actividades a las que te enfrentarás. Pregúntate:¿Cómo puedo presentarme hoy para tener el mejor impacto? ¿Qué calidad de la mente quiero fortalecer y desarrollar? ¿Qué necesito para cuidarme mejor?. Durante los momentos más difíciles, ¿cómo podría ser más compasivo con los demás y conmigo mismo? ¿Cómo podría sentirme más conectado y satisfecho?
- Establece tu intención para el día. Por ejemplo,»Hoy seré amable conmigo mismo; Seré paciente con otros; seré generoso; perseveraré; me divertiré; Comeré bien «, o cualquier otra cosa que sientas que es importante.
- Durante todo el día, consulta contigo mismo.Haz una pausa, respira y revisa tu intención. Ten en cuenta, a medida que te vuelves cada vez más consciente de tus intenciones para cada día, cómo es la calidad de tus comunicaciones, relaciones interpersonales y estado de ánimo
(autor: Parneet Pal)
II.-CONDUCIENDO CONSCIENTEMENTE
- Primero, haz una inspiración profunda. Este sencillo, pero efectivo, consejo ayuda a traer más oxígeno a tu cerebro y alarga el lapso de tiempo entre el estímulo del tráfico y tu reacción automática debida al stress. Cuanto más largo sea, mejor es la perspectiva para analizar la situación y más adaptada la respuesta.
- Pregúntate lo que necesitas. Puedes necesitar sentirte seguro, tranquilo, o simplemente necesitas un poco de tiempo y calma. Comprender lo que necesitas te traerá equilibrio.
- Concédete lo que necesitas. Si lo que necesitas es relajarte, puedes escanear tu cuerpo para detectar cualquier tensión (es un buen hábito mientras se conduce) y relajar cualquier tensión o ajustar la postura según sea necesario. Puedes dedicarte algunas frases de autocompasión, tales como, “Que yo pueda estar relajada pero atenta”,”Que yo me sienta seguro”, “Que yo sea feliz.”
- Mira a tu alrededor y reconoce que los otros conductores son como tú. Todo el mundo en la carretera quiere lo mismo : sentirse seguro, tener una sensación de tranquilidad, y ser feliz. Lo más probable es que veas a algunos conductores que parecen un poco agitados, pero también puede que veas a alguien que está cantando o incluso sonriendo, y esto disipará parte de tu propio estrés inmediatamente. Puedes aplicar a todos lo que acabas de decirte, diciendo: «Que te sientas a gusto, que te sientas seguro, que seas feliz”.
- Toma otra respiración profunda. En 15 segundos o menos, puedes cambiar tu mal humor aplicando estos simples trucos. Cuando te sientas frustrado por el tráfico, elige lo que necesitas para mejorar esa condición en ti y en los demás. Si necesitas sentirte seguro, di: «Que yo esté a salvo, que tú estés a salvo, que todos estemos a salvo.» inspira, expira: has sembrado una semilla de felicidad.
(autor: Elisha Goldstein)
III.-PARAR EL (RÁPIDO) CEREBRO AUTOMÁTICO
- Recuerda lo que quieres hacer. Si tu intención es hacer algo de yoga o meditar, pon tu estera de yoga o tu zafu de meditación en el centro de la habitación para verlo cada vez que pases por allí.
- Actualiza tus recordatorios regularmente. Si por ejemplo decides usar post-its para recordarte una nueva intención. Esto funcionará durante aproximadamente una semana, pero luego tu cerebro y los viejos hábitos se impondrán otra vez . Intenta escribir nuevas notas; Añadir variedad o hacerlos divertidos para que los recuerdes más tiempo.
- Crea nuevos patrones. Prueba a establecer algunas proposiciones del tipo: “si pasa esto…haré esto otro,” para tener recordatorios fáciles de cambiar al modo : “cerebro lento” … Por ejemplo, puedes proponerte : “si veo la puerta de la oficina, hago una respiración lenta y profunda” , como una manera de ponerte en “modo mindfulness” al estar a punto de comenzar tu jornada laboral. O «Si el teléfono suena, me daré un respiro antes de contestar.» Cada decisión consciente de parar el modo frenético habitual, y pasar al ejercicio de la atención plena, consolidará el “modo lento” en tu cerebro.
(autora: Kyra Bobinet)
IV.-COMER CONSCIENTEMENTE
- Respira antes de comer. Pasamos de una tarea a otra sin detenernos ni tomar aliento. Haciendo una pausa, disminuimos la velocidad y permitimos una transición más tranquila a nuestras comidas. Lleva tu atención hacia adentro cerrando los ojos y comienza a respirar lentamente durante ocho o diez respiraciones profundas antes de comenzar tu comida.
- Escucha a tu cuerpo. Después de respirar, trae tu atención a las sensaciones físicas en tu vientre. En una escala de 1 a 10, siendo 1 que no sientes ninguna sensación física de hambre y 10 que te sientes muy hambriento, pregúntate: “¿cuánta hambre tengo?» ¿Qué sensaciones físicas te dicen que tienes hambre o no?(vacío en el estómago, temblor, (no vale: deseo de comer), estómago gruñendo, etc.)? Trata de no pensar en cuándo comiste por última vez o qué hora es, y realmente escucha a tu cuerpo, no a tus pensamientos.
- Come de acuerdo a tu hambre. Ahora que estás más en contacto con el hambre que tienes, puedes elegir con más atención qué comer, cuándo comer y cuánto comer. Esta práctica sencilla puede ayudarte a comer de acuerdo a tus necesidades reales.
- Practica la comida tranquila. En tu próxima comida, disminuya la velocidad y continúa respirando profundamente mientras comes. No es fácil digerir o saborear tu comida si no estás relajado.
- Si no te gusta, si no te sienta bien, no lo comas.Toma los tres primeros bocados con atención, experimenta el sabor, los aromas, texturas, y cuánto placer recibes al comer un cierto alimento. Haz una elección atenta sobre qué comer basado en lo que realmente disfrutas.
(autor: Carley Hauck)
V.-ACTIVA TU MENTE Y TUS MÚSCULOS
- Sé claro acerca de tu objetivo. Al atarte los cordones de las zapatillas, o ponerte los guantes de jardinería, hazte consciente del propósito de tu actividad, concibiéndola como un modo de mantener tu cuerpo atento y en forma. Al subir a tu moto podrías decir: «Voy a respirar profundamente y notaré la sensación de la brisa y el sol y el paisaje». Al tirarte a la piscina, o entrar en el mar, podrías decir: «Voy a poner Atención a cada brazada, y al sonido y la sensación del agua que me rodea”.
- Calentamiento (5 minutos). Prueba cualquier movimiento simple -saltos, estiramientos – y concéntrate en adecuar el ritmo de la respiración a tus movimientos. Al moverte rítmicamente, tu actividad cerebral, ritmo cardíaco y sistema nervioso comienzan a alinearse y estabilizarse.
- Establece tu ritmo (10 a 15 minutos). Aumenta la intensidad, pero continúa coordinando tu respiración y el movimiento. Si tienes problemas para hacer esto, simplemente concentrate en tu respiración durante unos minutos. Con el tiempo, encontrarás tu propio ritmo.
- Desafíate (10 a 15 minutos). Inténtalo con más intensidad: más velocidad, más repeticiones o más peso, dependiendo de lo que estés haciendo. Observa lo alerta y vivo que te sientes cuando te presionas para mejorar.
- Enfriar (5 minutos). Disminuye lentamente la velocidad hasta llegar a parar. Observa cómo sientes tu cuerpo. Bebe algo isotónico.
- Descanso (5 minutos). Reconoce tranquilamente la sinfonía de sensaciones en tu cuerpo y alrededor tuyo. Practica nombrando tus sensaciones corporales y tus sentimientos. Lo más probable es que te sientas despierto y vivo de la cabeza a los pies.
(autora: Cara Bradley)
Esperamos que te sean de ayuda y que nos comentes tu experiencia si así lo deseas.
imagen: Amanda Cass
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.